
POR LEONEL AGUIRRE
Edil titular en la Junta Departamental de Montevideo, Gestor Cultural y cantautor.
www.leonelaguirre.com
Al margen que cualquiera puede ver en redes y en medios de comunicación tradicionales, discursos y opiniones de dirigentes del FA, quiero darles mi punto de vista desde la Junta Departamental de Montevideo, donde fui electo Edil por el Partido Colorado.
Reciclando militancias
Luego de la caída del Muro de Berlín, la izquierda concentró su militancia a través de colectivos y minorías. No estaba el horno para bollos para seguir proclamando al hombre nuevo, ni al socialismo, a pesar de los inventos recientes del socialismo del Siglo XXI.
La causa feminista y en contra de la violencia de género ha ganado terreno en nuestro país y no podemos negar que en nuestra sociedad existen cientos de denuncias sobre violencia contra la mujer y muchos casos donde hombres asesinan a sus parejas o ex parejas, a pesar que muchas veces dichos hombres están controlados con pulseras electrónicas.
Los casos concretos
En la Junta Departamental de Montevideo, ediles del FA se han referido a dos temas en concreto sobre casos de acoso o abuso sexual. Uno de esos casos fue en contra de un edil del Partido Nacional que en un hecho confuso durante un Congreso Nacional de Ediles, en Salto, sacó o intentó sacar una foto con su celular desde una ventana del baño de una colega de su departamento.
A la vuelta de dicho Congreso los ediles del FA, indignados, redactaron una declaración repudiando el hecho. Declaración que acompañé, porque realmente, al margen de no estar claros los detalles del hecho, se comprobó que la damnificada había confirmado haber visto un celular fuera de la ventana del baño de su habitación.
Pasó bastante tiempo y los frenteamplistas volvieron a indignarse con el caso Penadés, maquillado con discursos sobre violencia infantil y descargando munición pesada contra el gobierno nacional, en claro uso político de la situación mencionada, asociando el hecho personal de Penadés a toda la cúpula de gobierno. Y está bien indignarse con los abusos contra menores de edad y con todos los abusos en general.
El problema es la moral selectiva
Entre esos dos casos mencionados, ocurrieron varios hechos de acoso y abuso sexual en ámbitos municipales y nacionales. Todos, absolutamente todos los implicados pertenecían al FA.
Es obvio que esos hechos eran conocidos por mí, pero no me parecía conveniente tratarlos en un ámbito legislativo, ya que se estaría en el borde de caer en el barro y que fueran usados políticamente. Pero frente al uso político – cuando el FA careció de pudor al mezclar hechos personales con la política -, no quedaba otra que sacarlos de su amnesia selectiva y recordarle conductas de sus integrantes. Por supuesto que aclaro y aclaré, que lo que haga una persona no puede tomarse ni unirse para atacar a su oponente político. La violencia es parte de la condición humana y los partidos no se pueden hacer cargo de los actos violentos de sus dirigentes. Ahora, cuando ejercen la moral selectiva, corresponde señalarles que si se indignan con los ajenos, también corresponde indignarse con los propios y no barrerlos bajo la alfombra.
Denunciados
Simplemente para descorrer el velo de su amnesia, señalé que Jorge Meroni (MPP), es obvio, que más allá alcalde del municipio A, tuvo que renunciar a su cargo por denuncias de acoso de parte de su secretaria. El alcalde de La Floresta, Néstor Erramuspe (Partido Comunista), también tuvo que renunciar a su cargo por haber ejercido violencia laboral y de género, contra funcionarias del municipio. El edil de Salto FIDEL, Roque Barla, fue condenado por abusar sexualmente de su nieta de tres añitos. También ha sido notorio el caso de violencia de género en el que se vio involucrado el diputado comunista Gerardo Núñez, quien también renunció a su banca, aunque sigue cobrando el subsidio por haber sido diputado. Otro casi reciente, ha sido el del también diputado frenteamplista Gustavo Olmos, quien fue denunciado de acoso sexual y laboral por su suplente Martina Casás. También está el caso de la denuncia de una chica trans al precandidato frenteamplista Yamandú Orsi.
Es obvio que con todo no quiero decir que hay que asociar a lo hechos a determinado partido. Los delitos o denuncias son sobre los individuos. Pero no se pueden utilizar políticamente los casos de los adversarios y hacerse los sotas con los casos de su propio partido.
Para el FA todo sirve
Ya lo vimos en la estrategia de falsedad en la campaña contra la LUC. Poco menos que el país se sumía en un caos si se mantenía la ley. La LUC está vivita y coleando y el país no se ha visto alterado para mal y sí para bien con dicha ley. La falsedad como estrategia funciona en todos los temas. Con la reforma educativa, con la reforma de la seguridad social y hasta con el caso Astesiano, que tendría que llamarse el caso de los pasaportes falsos. Porque sucede que los pasaportes se truchaban por lo menos desde 2013, en sendos gobiernos del FA. ¿Quién sería el Astesiano de los gobiernos frenteamplistas? Porque es obvio que para la maniobra se necesitaban funcionarios en lugares claves del gobierno. Pero volaron a la fiscal que investigaba y todo se diluyó. No me quiero extender ni mezclar los tantos, así que lo de la falsedad como estrategia quedará para otra nota, como también la agresión antisemita que ocurrió en la marcha del 8M, a la que los ediles de la oposición en Montevideo condenamos a través de una declaración, que no fue acompañada por los ediles del FA.