MITOLOGÍA

OSVALDO R. BURGOS Abogado, filósofo y escritor. Reside en Rosario, Argentina.
Hacer que amanezca. Eso es lo que se propone La llegada (de las ideas que faltan) en estos tiempos que se presentan tan poco propicios para los esplendores
Nunca está más oscuro que cuando empieza a amanecer. Esta es una afirmación sabia. Y con variantes han recurrido a ella, grandes poetas (Julio Huasi, Isaac Azofeifa) y compositores (el Indio Solari, en esa maravilla que se llama “Juguetes Perdidos”).
EL PRESENTE DE LO QUE NO ESTÁ
Hacer que amanezca. Eso es lo que se propone La llegada (de las ideas que faltan) en estos tiempos que se presentan tan poco propicios para los esplendores. En Uruguay. En Argentina. En el mundo.
Hoy, en época de simulacros (concepto de Baudrillard que refiere a lo que no puede decirse falso ni verdadero) en la que, suele creerse, todo lo real debe ser visto y todo lo visible tiene que ser real, hay quien se junta a imaginar, a traernos el presente de lo que (ya o todavía) no está.
LO QUE TIENE QUE LLEGAR
Esta columna celebra esa ofrenda. Y si etimológicamente idea es apariencia, forma; de lo que vamos a hablar aquí es de las ideas más antiguas. La propuesta es hacer un viaje hacia los relatos míticos en sus cuatro niveles de lectura (literal, alegórica, moral y mística) para rastrear las claves que permitan comprender lo que nos pasa. Y por qué lo que tiene que llegar (la libertad, la igual dignidad, la justicia) está siempre por-venir.
JASÓN Y LOS ARGONAUTAS
Tomemos, para empezar, el ejemplo de uno de los mitos más arcaicos: Jasón y los argonautas, citado por Homero y Hesíodo. Literalmente, el relato cuenta la historia de un conjunto irrepetible de héroes, que viajan al confín del mundo a robarse un talismán: el vellocino de oro. En lo alegórico, refiere a la guerra por las rutas del oro y del ámbar.
En lo moral, al reemplazo de formas de liderazgo: el excesivo Heracles (un Maradona, abandonado en medio de la expedición) deja su sitio a un líder callado cuyos logros se asientan sobre sus compañeros, primero, y sobre la incondicionalidad de su mujer, después (un Messi).
Lo místico encarna en Medea, una mujer tan abrumadora como Heracles.
«Y por qué lo que tiene que llegar (la libertad, la igual dignidad, la justicia) está siempre por-venir.«
LOS QUE SOSTIENEN EL DÍA
El círculo se cierra entonces con el retorno de lo excesivo. Y nadie termina bien. En próximas entregas ampliaremos. Por ahora hagamos presente un adelanto: al final de todo mito el héroe cae. Atlas aparte, no son los seres excepcionales los que sostienen el día. Es gente reconocible que asume el
desafío (humano antes que heroico) de imaginar. Y hacer llegar las ideas que faltan. Eso.